El Consejo de Estudiantes de Medicina de Catalunya se opone rotundamente a la creación de nuevas facultades de Medicina en la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), así como en las universidades privadas Blanquerna-Universidad Ramon Llull y Abat Oliba-CEU. Argumentan que estas nuevas instituciones no solucionan el grave problema de la escasez de médicos en la región.

En un contundente manifiesto presentado este miércoles en la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona, los estudiantes declararon su rechazo "públicamente" a la apertura de las tres nuevas facultades, insistiendo en que esta medida solo debería considerar una reducción de plazas en las universidades catalanas ya existentes y un ajuste en la ratio estudiante-profesor.

"La apertura de nuevas facultades no debe ser vista como la solución inmediata para aumentar el número de médicos, ya que este proceso está determinado, en última instancia, por la disponibilidad de plazas en el examen MIR", señalan en el manifiesto.

La creación de nuevas facultades conlleva un gasto de recursos materiales y económicos que no abordan el verdadero problema subyacente que intentan resolver. Los estudiantes escriben que estos recursos deberían ser dirigidos hacia el fortalecimiento y mejora de las facultades de Medicina públicas, que deberían ser priorizadas sobre iniciativas privadas.

Además, piden que su voz como estudiantes sea efectivamente escuchada por las autoridades administrativas que toman estas decisiones cruciales.

Inversión en el futuro

Los estudiantes han exigido que el dinero público se invierta en mejorar los recursos y espacios de las facultades existentes, aumentando la cantidad de docentes calificados, disminuyendo la ratio de estudiantes por tutor y mejorando las condiciones laborales del personal docente.

Entre sus demandas, también se incluyen incrementos salariales, reducción de las horas de guardia, creación de entornos laborales saludables y fomentar la participación del personal profesional en toma de decisiones.

Es importante destacar que esta no es la primera vez que los alumnos del grado de Medicina se movilizan en contra de la apertura de más facultades. En ocasiones anteriores, incluso han propuesto establecer un 'numerus clausus', limitando la cantidad de plazas disponibles en los programas actuales.

A juicio de los miembros del Consejo, se está derrochando una inversión significativa de dinero público que podría ser empleada en el fortalecimiento del actual sistema universitario, el cual atravesó una fase de decadencia a pesar de los esfuerzos realizados por quienes lo gestionan. La creciente presión sobre la formación médica en Catalunya no solo afecta a los estudiantes, sino que podría tener repercusiones graves en la sanidad pública si no se aborda de manera efectiva.