El fútbol chileno ha comenzado el año 2025 en medio de un caos sin precedentes. Las suspensiones de partidos, la crisis por la escasez de estadios adecuados y conflictos administrativos han dejado al balompié nacional en una situación crítica.

El inicio de la temporada se vio ensombrecido por la anulación del partido de la Supercopa entre Colo Colo y Universidad de Chile, que debió ser suspendido debido a que las autoridades locales negaron la autorización para varios estadios propuestos. Esta situación ha generado que el evento se postergue hasta, al menos, el medio año.

En total, ya han sido 11 los partidos que se han visto obligados a suspenderse en las primeras semanas del año. Esta semana, un enfrentamiento clave entre Universidad Católica y Colo Colo tampoco se pudo realizar por falta de instalaciones. Además, Unión Española y Universidad de Chile tuvieron que posponer su duelo, ya que el Estadio Santa Laura no estaba habilitado debido a graves problemas en el campo de juego y trabajos de mantenimiento en las luces.

En la Copa Chile, la situación no es diferente. En apenas tres fechas, se han visto afectados cuatro partidos, dejando a Deportes Concepción aún sin debutar en el torneo por su disputa con Melipilla, lo que ha creado un embrollo en el calendario que les impide jugar frente a equipos como Unión Española y Audax Italiano, entre otros.

La Segunda División Profesional también ha sido impactada, ya que Barnechea se retiró de la competencia tras recibir una dura sanción de 16 puntos, lo que obligó a suspender sus partidos contra Real San Joaquín, Rengo y Brujas de Salamanca, sin que haya claridad sobre quién los reemplazará en la categoría.

¡Solo un partido ha podido llevarse a cabo! Santiago Morning contra Deportes Recoleta fue el único que se disputó, mientras que todos los demás encuentros siguen sin solución.

La escasez de estadios disponibles está detrás de muchas de estas reprogramaciones. Estadios como El Santa Laura, que históricamente ha sido el refugio de varios equipos, están inutilizados, y su rehabilitación podría tardar hasta dos meses.

La lista de estadios en crisis incluye a varios de los más emblemáticos del país: el Estadio Nacional, San Carlos de Apoquindo, Elías Figueroa, El Teniente, el Fiscal de Talca y La Granja de Curicó están inhabilitados, complicando aún más el escenario. El Estadio Nacional, por ejemplo, se está resembrando tras el fallido concierto de Shakira y se están realizando esfuerzos para tenerlo listo para el encuentro entre Chile y Ecuador por las Eliminatorias, programado para el 25 de marzo.

En cuanto a Claro Arena, este ha estado cerrado desde 2022 y se espera que abra solo hasta julio de este año debido a retrasos en la construcción. Además, Chile será sede del Mundial Sub 20 2025, lo que ha llevado a que otros estadios estén cerrados por trabajos de mejora, afectando el calendario del torneo local, donde equipos como Santiago Wanderers y Rangers han tenido que buscar terrenos alternativos para jugar.

Las remodelaciones no solo apuntan a mejorar la infraestructura, sino que también incluyen aumentos en la capacidad de algunos estadios, como La Granja, que podría pasar de 8 mil a 12 mil espectadores. Sin embargo, la falta de autorización de algunos estadios para albergar partidos de alto riesgo continúa siendo un obstáculo. Todo esto ha dejado sin opciones a equipos icónicos como la U y la UC, y el Estadio Monumental de Colo Colo es un recurso que difícilmente se podrá utilizar por cuestiones de rivalidad histórica.

La crisis en el fútbol chileno no solo afecta a los clubes y sus hinchas, sino que también está en juego el futuro de la liga y la posibilidad de atraer a nuevos talentos y aficionados. Es momento de que las autoridades tomen cartas en el asunto y busquen soluciones rápidas antes de que la situación se agrave aún más.