El ministro (s) del Interior, Luis Cordero, ha salido al paso de las afirmaciones que indican que su administración es la más violenta en las últimas décadas, especialmente tras el alarmante número de homicidios al cierre del año 2024.

Durante una conversación con ADN Radio, Cordero se refirió específicamente a las 15 muertes ocurridas durante el último fin de semana del año en la región Metropolitana y destacó varios crímenes que también se registraron en otras comunas del país.

El ministro indicó que la actual administración ha reaccionado ante la creciente violencia con acuerdos transversales y una notable "expansión legislativa en materia de seguridad", algo que, según él, Chile no había experimentado hasta ahora.

"Podríamos recordar el año 2024 como un período donde se trató el tema de la seguridad con una perspectiva de Estado", agregó Cordero, enfatizando que el aumento en el índice de homicidios está ligado a diversos factores que deben ser contemplados para entender el fenómeno.

Cordero explicó que es esencial descomponer los datos: algunos homicidios están relacionados con riñas, otros con reacciones circunstanciales y una parte significativa con bandas u organizaciones criminales. Sin embargo, destacó que todos esos casos confluyen en un único punto: el uso de armas.

El uso de "armas de fuego es consecuencia de los mercados ilícitos" que proliferan en diversas regiones del país, y subrayó que estas problemáticas requieren un enfoque como políticas de Estado, abordando las raíces del crimen de manera sistemática.

Ante las acusaciones de que la administración del Presidente Gabriel Boric es la más sangrienta en tres décadas, Cordero instó a discutir basándose en datos en lugar de percepciones. Sostuvo que la evaluación de su gestión debe realizarse sobre la base de cifras comparativas claras, que refuten las alegaciones sobre un aumento desmedido de la criminalidad.

Finalmente, el ministro adelantó que los principales desafíos que enfrentará el país en el 2025 son, por un lado, despolitizar la seguridad mediante la creación de un Ministerio de Seguridad, y por el otro, asegurar que los indicadores de desempeño sean muy específicos y focalizados con la llegada de un ministro sectorial.

Mientras tanto, los ciudadanos continúan esperando respuestas y soluciones efectivas ante una situación de seguridad que sigue generando preocupación y debate en la sociedad chilena.