
¡Controversia en el Día de la Mujer Indígena! Evento en Terreno Usurpado con Orden de Desalojo
2025-09-04
Autor: Isidora
El Día de la Mujer Indígena se Conmemora entre la Tensión
Este 5 de septiembre se celebra el Día de la Mujer Indígena, y para conmemorarlo, el Servicio Nacional del Patrimonio Cultural (Serpat) había planeado un conversatorio y feria en Contulmo, Región del Biobío. Sin embargo, ha surgido una controversia inesperada que ha puesto en jaque el evento.
Un Terreno Conflictivo
El evento cultural estaba programado para llevarse a cabo en la ruca Lanalhue Dayinko, un lugar que, irónicamente, se encuentra en un terreno fiscal tomado, con una orden de desalojo emitida por el propio gobierno. Esta ruca fue levantada en abril tras la denuncia de la Armada de que un grupo desconocido se había apropiado del lugar, generando tensiones con los vecinos.
Desalojo Solicitud Ignorada
En junio, el delegado provincial de Arauco, Humberto Toro, solicitó la intervención de la fuerza pública para desalojar el lugar, pero hasta la fecha, los residentes han reclamado ante la Contraloría que no se ha llevado a cabo ninguna acción conforme a su decreto.
Una Invitación Víctima del Escándalo
A pesar de la controversia, el Serpat anunció inicialmente que el evento se realizaría de 9 a 17 horas y contaría con la participación de tres artistas mapuche y ceremonias propias del pueblo originario. Sin embargo, la publicación fue retirada de las redes sociales, aunque todavía se puede encontrar en las cuentas de los artistas invitados.
Autoridades Que Se Desmarcan
Se tenía previsto que representantes del gobierno estuvieran presentes, incluida Paloma Zúñiga, seremi de las Culturas. No obstante, Zúñiga anunció su retirada a través de una carta, citando que el lugar tiene una orden de desalojo activa, lo que imposibilita su asistencia. Ella lamentó la situación, destacando la importancia de la conmemoración y expresando su deseo de participar en futuros eventos con mejor coordinación.
Un Año de Reflexión y Esperanza
La controversia plantea serias preguntas sobre el respeto a las comunidades indígenas y la legalidad detrás de los eventos organizados en terrenos conflictivos. Con esperanzas de una mejor coordinación, Zúñiga y otros esperan que el próximo año se pueda celebrar esta significativa ocasión de manera más armoniosa y adecuada.