La emblemática Fiesta de los Abrazos, organizada por el Partido Comunista (PC) y programada para el 4 y 5 de enero en el Parque O'Higgins, ha sido suspendida, generando una intensa controversia política. En el centro de la disputa se encuentra el alcalde de Santiago, Mario Desbordes, a quien el PC ha acusado de obstaculizar los permisos necesarios para llevar a cabo este histórico evento, que ha sido parte de su tradición desde 1988.

El PC argumenta que la Fiesta de los Abrazos no es solo una celebración, sino un símbolo de resistencia cultural que nació durante la dictadura. Este evento ha visto la participación de figuras icónicas a través de los años, como Gladys Marín y Eduardo Galeano, y su relevancia se ha mantenido en la agenda política de la izquierda chilena, siendo el actual presidente Gabriel Boric un participante destacado en las ediciones recientes.

La tarde del domingo, Lautaro Carmona, presidente del PC, lanzó duras críticas contra Desbordes, señalando que hubo una intención deliberada de retrasar y complicar el proceso de autorización del evento. "Se ha querido transformar esto en un obstáculo", expresó Carmona en una entrevista. La demora en la respuesta municipal, según Carmona, fue una maniobra que impidió que el evento se celebrara en su fecha habitual.

Sin embargo, Mario Desbordes rápidamente desmintió estas acusaciones, sosteniendo que el PC no cumplió con los requisitos necesarios a tiempo. El alcalde también fue más allá, insinuando que durante la administración del exalcalde Irací Hassler, el partido pudo haber recibido un trato preferencial en solicitudes anteriores.

"Es completamente falso que haya intervenido de ninguna forma en este tema. Me sorprende que el presidente del PC no se ajuste a la verdad", comentó Desbordes.

Además, según fuentes cercanas al municipio, el grupo responsable de la solicitud, Siglo XXI, no cumplió con al menos 22 de las 26 condiciones necesarias para la utilización del espacio público. Esto llevó a que, el 20 de diciembre, en una carta, Picasso Monje, representante del PC, solicitara la cancelación del evento.

Este conflicto ha puesto de relieve las tensiones entre el PC y la administración municipal. Algunos miembros del PC sugieren que la razón por la que se pidió el cambio de fechas no tiene que ver solo con la intervención de Desbordes, sino que la fecha habitual coincidía con el cierre del vigesimoséptimo congreso nacional del partido, un evento crucial que no podía realizarse simultáneamente.

Con esto en mente, aunque la situación es delicada, desde el PC consideran que hay que mantener la calma y actúan con la esperanza de poder reprogramar la Fiesta de los Abrazos en un futuro próximo. La controversia, sin embargo, sugiere un panorama político tenso que podría intensificarse en las semanas venideras.