La presidenta del Partido Socialista (PS), Paulina Vodanovic, ha calificado como “una opinión bastante anticipada” las críticas de algunos diputados de su propio partido sobre el acuerdo que se está gestando referente a la reforma de pensiones.

En estos días se ha evidenciado un fenómeno de “fuego amigo” dentro de la coalición de gobierno, afectando principalmente a sectores del PS y el Partido Comunista (PC). De manera particular, el diputado Marcos Ilabaca expresó su descontento, afirmando que la promesa del presidente Gabriel Boric de transformar el lucrativo negocio de las AFP y sus excesivas utilidades “se esfumó”.

La diputada Emilia Nuyado también se unió a las críticas, enfatizando la necesidad de que el Ejecutivo “escuche a la gente” y no acepte una propuesta que, a su juicio, resulta “miserable” bajo la presión de los intereses económicos de las AFP. Nuyado abogó por un cambio hacia un sistema de reparto más justo, similar al que disfrutan las Fuerzas Armadas.

En una entrevista con el medio Cooperativa, Vodanovic manifestó su sorpresa ante las opiniones en contra provenientes de aquellos que “no están participando de este debate”. Al mismo tiempo, mencionó que tuvo una conversación con el jefe de la bancada socialistas, Daniel Melo, quien le confirmó que solo dos parlamentarios han expresado estas dudas.

Vodanovic destacó que los nervios de algunos diputados son comprensibles, pero insistió en que se trataba de una discusión prematura: “No podemos oponernos a algo que no existe. Creo que hay que esperar el proyecto”.

A pesar de la claridad en su argumentación, la presidenta del PS se mostró dispuesta a cuestionar cualquier reforma que no beneficiosa para los chilenos y chilenas. “Si esta reforma no mejora las pensiones, no voy a votar a favor”, declaró. Mientras tanto, la situación pone de relieve una creciente tensión en la coalición, donde se cuestiona la capacidad del gobierno para cumplir sus promesas en un tema tan crucial como el sistema previsional.

¿Qué sucederá en las próximas semanas? La incertidumbre continúa latente, y el debate sobre la reforma previsional podría tener repercusiones importantes tanto en el PS como en el gobierno de Boric.