En el último episodio del programa '¿Ganar o Servir?', Fran Maira sorprendió a todos los televidentes al abrirse sobre su vida íntima. Durante una charla con sus compañeras Oriana Marzoli, Gala Caldirola y Javiera Belén, Fran no temió en compartir detalles íntimos de su sexualidad.

"Para mí, mi don real para atraer y que siempre me ha funcionado, es el sexo. Siempre me ha encantado desde que era pequeña", declaró la exparticipante de 'Gran Hermano'. En esta conversación sincera, Fran también expresó su fascinación por la lencería y los sex shops, resaltando que esas son pasiones que la caracterizan.

Refiriéndose a su relación con Austin Palao, comentó: "Aquí, nunca lo vi ni él me vio. Es diferente a ustedes que pudieron disfrutar más, pero no importa". Además, Fran sorprendió a sus compañeras al declararse con una broma: "bueno, yo soy ninfómana, amiga". Oriana, escéptica, le respondió: "No, pero ninfómana es muy serio, no creo que tú lo seas", apoyada por Gala.

Sin embargo, Fran insistió en su afirmación: "Sí, pienso que lo soy porque estoy pensando en sexo todo el día, solo que no lo digo ni lo demuestro. Cuando cierro los ojos, estoy pensando en sexo". Este comentario llevó a la conversación a un terreno aún más personal, ya que Fran reveló su inclinación a involucrarse sexualmente sin apego emocional: "Siempre he dicho que sí me puedo involucrar con una persona sexualmente sin sentir nada".

La dinámica del programa y la apertura de Fran sobre su vida sexual provocaron reflexiones sobre la culpa que sentía en su juventud respecto a sus deseos. "Le pedía perdón a Dios cada mañana, sintiendo que estaba pecando por lo que sentía, y luego caía de nuevo en la misma rutina por la tarde", confesó.

Maira compartió que perdió su virginidad a los 14 años y lo había planeado con su pareja, lo que llevó a un intercambio de anécdotas entre las participantes, revelando que la mayoría de ellas tuvo experiencias similares a esa edad, generando un momento de complicidad en el programa.

Con estas confesiones, Fran Maira no solo cautivó a la audiencia, sino que también abrió un debate sobre la sexualidad, el deseo y las etiquetas que a menudo se asocian con estas experiencias. La revelación de Fran podría ser solo la punta del iceberg de lo que realmente se siente en el mundo del entretenimiento, donde la vida personal y la pública a veces colisionan de maneras sorprendentes.