Arturo Vidal vivió una noche intensa y llena de tensión ante River Plate en Buenos Aires. Su polémica frase de la semana pasada, en la que afirmó: “Tengo más títulos que todos los de River”, le pasó factura en el estadio. Pese a que intentó aclarar sus declaraciones, la hostilidad en el ambiente fue innegable y se sintió en el aire durante el partido que terminó por dejar a Colo Colo fuera de la Copa Libertadores.

Como si se tratara de una película de acción, al finalizar el encuentro, el plantel de River, bajo la dirección de Marcelo Gallardo, se acercó a confrontar al volante. Este ambiente de tensión no es nuevo para Arturo, ya que durante la fase de grupos, cuando el Cacique se enfrentó a Junior de Barranquilla, también fue blanco de reproches por parte de sus rivales, lo que generó un intercambio acalorado que, afortunadamente, fue controlado rápidamente.

La noche no hizo más que intensificarse cuando el ex jugador del Bayern Múnich se mostró provocador desde el calentamiento, respondiendo a los cánticos adversarios con gestos desafiantes. A medida que el partido avanzaba, la situación se tornó aún más complicada. Al abandonar el campo, el King no dudó en hacer muecas al público, incluyendo gestos de llanto y otras provocaciones, lo que irritó aún más a los aficionados de River.

Este tipo de reacciones de Vidal han generado un debate sobre el comportamiento de los futbolistas en situaciones de alta presión y rivalidad. Algunos lo ven como un símbolo de su pasión y competitividad, mientras que otros consideran que debería mantener una actitud más profesional en el campo. En cualquier caso, lo que es innegable es que Arturo Vidal siempre sabe cómo estar en el centro de la atención, ya sea dentro o fuera del campo.