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Científicos sudafricanos en la Antártida enfrentan crisis tras agresión sexual y amenazas de un colega

2025-03-21

Autor: Pedro

Un equipo de científicos sudafricanos ha quedado completamente aislado en la base de investigación Sanae IV, en la gélida Antártida, después de que uno de sus compañeros los atacara físicamente y amenazara de muerte a varios integrantes, además de ser acusado de agresión sexual hacia uno de ellos.

Ante la desesperada situación, lograron enviar un correo electrónico solicitando ayuda, pero se enfrentarán a un prolongado aislamiento, ya que las extremas condiciones climáticas les impedirán recibir asistencia o evacuar la estación durante los próximos diez meses.

La base Sanae IV, que alberga a un grupo de nueve científicos que realizan estudios en meteorología, geología y atmósferas, está compuesta por módulos naranjas similares a contenedores de carga, los cuales incluyen laboratorios, oficinas, alojamiento y áreas recreativas como una biblioteca y un bar. Sin embargo, las temperaturas invernales pueden descender hasta -23°C, y los vientos alcanzar los 217 km/h, lo que hace que la convivencia prolongada sea psicológicamente desgastante.

La preocupación aumentó la semana pasada cuando un correo urgente llegó a las autoridades sudafricanas. Un investigador reveló que el equipo vive con miedo por el comportamiento violento de uno de sus miembros. "Su conducta ha escalado a un nivel profundamente perturbador", afirma el correo, que fue compartido con el Sunday Times de Sudáfrica.

El ministro de Medio Ambiente de Sudáfrica, Dion George, declaró que se comunicará con el equipo para evaluar la situación, sugiriendo que inicialmente se trató de un "altercado verbal" que degeneró en violencia física. George mencionó que, aunque la investigación preliminar no ha encontrado intenciones de hacer daño inmediato, se mantiene contacto con funcionarios de Noruega y Alemania para posibles intervenciones, dado que ambos países tienen bases cercanas.

Los investigadores que son enviados a la Antártida pasan por evaluaciones psicométricas debido a las exigentes condiciones del entorno. Alan Chambers, un explorador profesional, explicó que la vida en la Antártida es extremadamente solitaria y puede intensificar el comportamiento humano. Según él, la falta de estímulos y la monotonía del paisaje blanco afectan la estabilidad emocional de los individuos: "Si tienes un pequeño problema, puede convertirse en algo mucho más grande".

Este no es un incidente aislado; ha habido antecedentes de violencia en bases de investigación remotas. En 2017, un miembro del equipo en la isla Marion había sido reportado como "inestable" y agredió a un colega con una sartén, lo que generó preocupación sobre la salud mental en estos entornos extremos. Las condiciones en la Antártida son tan severas que cada año, cuando la situación climática se torna peligrosa, se hace imperativo evaluar las condiciones de todos los miembros del equipo y actuar proactivamente para garantizar su seguridad.

La situación actual en la base Sanae IV resalta la urgente necesidad de implementar medidas de protección, tanto físicas como psicológicas, para todos los que trabajan en este inhóspito continente.