
Ciencia y cerebro: ¿Cómo impacta el consumo de grasa en las funciones mentales?
2025-04-02
Autor: Camila
Nuestro cerebro, uno de los órganos más cruciales del cuerpo humano, tiene un alto requerimiento energético, aunque, a diferencia de otros tejidos, no puede utilizar ácidos grasos como su fuente principal de energía. Sin embargo, esto no significa que las grasas no tengan un papel fundamental en el funcionamiento cerebral. Algunos lípidos son esenciales para la regulación de procesos neuronales vitales, que van desde la memoria hasta el control del hambre.
La doctora Núria Casals, reconocida investigadora en el campo del metabolismo lipídico, subrayó la relación entre lo que comemos y nuestra salud cerebral. Durante su presentación en la inauguración del año académico del Doctorado en Biomedicina de la UNAB, analizó cómo el consumo de grasas saturadas y azúcares puede inducir a problemas graves, como la obesidad, la resistencia a la insulina, la diabetes y enfermedades cardiovasculares.
Además, en los últimos años, se ha descubierto que estos alimentos pueden afectar la salud cerebral, contribuyendo a una disminución de habilidades cognitivas. "La ingesta de grasas saturadas y azúcares puede llevar a un deterioro cognitivo, especialmente en personas mayores”, advirtió Casals. Este deterioro se ve acentuado por el paso del tiempo; mientras que los jóvenes pueden contrarrestar efectos perjudiciales con más facilidad, los adultos mayores son más vulnerables a los efectos de una dieta poco saludable.
En este marco, han surgido estrategias como las dietas cetogénicas y el ayuno intermitente, que han ganado popularidad. Estas dietas, que inducen la producción de cuerpos cetónicos como el betahidroxibutirato (BHB), pueden ofrecer una alternativa para mejorar la salud cognitiva. "Los cuerpos cetónicos son convertidos en AcetilCoA y entran en el ciclo de los ácidos tricarboxílicos para generar ATP", explicó Casals.
No obstante, la especialista advirtió que seguir estas dietas puede ser complicado y sus beneficios aún se encuentran bajo estudio. Aunque hay evidencia en modelos animales de que podrían ayudar a prevenir el deterioro cognitivo, el impacto en humanos es menos claro.
La investigación se ha centrado en si los beneficios de los cuerpos cetónicos pueden lograrse sin tener que seguir dietas restrictivas. Casals y su equipo exploraron la posibilidad de administrar BHB en forma de suplemento junto a una dieta estándar. Los resultados preliminares fueron prometedores: ratones que consumían una dieta alta en grasa mostraron pérdida de memoria, pero la administración de BHB revertía estos efectos de manera significativa.
Sin embargo, la doctora enfatizó que aún hay muchas incógnitas. La evidencia sugiere que estos beneficios pueden ser especialmente aplicables en personas con deterioro cognitivo, obesidad o síndrome metabólico, pero sigue siendo incierto su efecto en enfermedades más complejas.
Casals también instó a la comunidad científica y a los estudiantes a continuar con la investigación en este campo, destacando la importancia de desarrollar nuevas estrategias terapéuticas. La doctora cerró su discurso con un llamado a la acción: “Necesitamos científicos que trabajen para hacer de nuestra sociedad un lugar mejor y más saludable”.
Así que, ¿será posible que un simple suplemento pueda transformar nuestra salud mental y cambiar el rumbo de nuestras vidas? Los estudios futuros pueden tener la respuesta. ¡Mantente atento a las novedades en este fascinante campo de la investigación!