Autlán, Jal.

Expertos han enfatizado la vital importancia de la prevención y el tratamiento del acoso escolar y el ciberacoso, problemas que afectan principalmente a niños y adolescentes. Estos fenómenos son más comunes de lo que se piensa y pueden tener consecuencias devastadoras para la salud mental de los jóvenes.

Rosario de Loera Sagún, psicoterapeuta y responsable del área de atención psicológica en el Hospital Comunitario del Grullo de la Secretaría de Salud, subrayó la relevancia de crear conciencia sobre estas problemáticas. "Los adolescentes deben estar informados sobre el acoso escolar y el ciberacoso, porque lo viven en su día a día dentro y fuera de las aulas", indicó.

El acoso escolar se manifiesta a través de hostigamientos constantes entre alumnos, incluyendo agresiones verbales y físicas sin una razón aparente. En contraste, la violencia escolar también puede dirigirse contra los docentes y causar daños a la infraestructura educativa. Mientras tanto, el ciberacoso florece en la era digital, utilizándose dispositivos como computadoras y teléfonos móviles para hostigar a las víctimas.

Según la especialista, uno de los factores que alimenta estas problemáticas proviene del entorno familiar, donde puede haber falta de comunicación o modelos de comportamiento agresivos que influyen en los jóvenes.

Además, advirtió que las redes sociales son un caldo de cultivo para el ciberacoso, donde el anonimato permite a los agresores actuar sin repercusiones inmediatas. La presión social y el deseo de aceptación pueden llevar a los adolescentes a participar tanto como víctimas o perpetradores.

El impacto del acoso escolar y el ciberacoso en la salud mental es alarmante. A corto plazo, puede afectar el aprendizaje, ya que los menores no logran concentrarse en sus estudios debido a la angustia que experimentan. A largo plazo, estas experiencias pueden desencadenar problemas severos como depresión, ansiedad, trastorno por estrés postraumático, abuso de sustancias, trastornos del sueño y la alimentación, e incluso pueden llevar al suicidio, una realidad que no se puede ignorar.

Es imperativo que padres, educadores y comunidad en general trabajen juntos para erradicar estas formas de violencia. La educación sobre el ciberacoso y la creación de un entorno seguro y de apoyo son cruciales para proteger el bienestar emocional de nuestros adolescentes.