El comercio marítimo en la región del Pacífico está viviendo un momento de transformación con la reciente inauguración de un megaportu en Perú, financiado por China. Este proyecto monumental, creado para fortalecer los vínculos comerciales entre América Latina y Asia, ha generado grandes expectativas, lo que ha llevado a Estados Unidos a reaccionar de manera estratégica.

El gobierno estadounidense ha decidido invertir en la modernización del histórico Puerto de San Antonio, Chile, un paso crucial para que el país suramericano pueda competir más eficazmente en el dinámico comercio global, especialmente frente a las ambiciones del nuevo megapuerto peruano.

¿Por qué es tan importante esta modernización?

El Puerto de San Antonio, establecido en 1912, ha sido un pilar de la economía chilena, facilitando la exportación de productos clave como carbón y trigo. A lo largo de los años, este puerto ha evolucionado para acomodar un creciente volumen de comercio internacional. Ahora, con el apoyo estadounidense, se busca reforzar su infraestructura y optimizar sus operaciones.

Innovaciones tecnológicas al rescate

Se ha anunciado que la Empresa Portuaria San Antonio (EPSA), junto con sus concesionarios San Antonio Terminal Internacional (STI) y DP World San Antonio, han concluido exitosamente pruebas de simulación cruciales. Estas pruebas, realizadas en un laboratorio en Oxford, Reino Unido, permiten evaluar cómo las grandes naves de hasta 367 metros de largo pueden operar en condiciones de olas de hasta 2,5 metros.

Los resultados son prometedores: las simulaciones podrían incrementar la disponibilidad operativa del puerto hasta un sorprendente 95%. Esto se traduce en ocho días adicionales de operaciones anuales y una reducción de hasta 200 horas de tiempo inactivo. Esta actualización es vital para posicionar al Puerto de San Antonio como un competidor formidable en un entorno marítimo cada vez más competitivo.

Declaraciones de los líderes del puerto

Fernando Gajardo, gerente de Explotación e Infraestructura de Puerto San Antonio, confirmó que las pruebas con naves de distintas longitudes fueron satisfactorias, asegurando la viabilidad de las nuevas operaciones. Por su parte, Carlos Gómez, gerente de Operaciones de STI, subrayó que estos avances son esenciales no solo para garantizar la seguridad de las operaciones, sino también para mejorar la competitividad del puerto chileno frente a su homólogo peruano.

¿Qué implicaciones tendrá esto para la economía de Chile?

La modernización del Puerto de San Antonio no solo busca mejorar su operatividad, sino que también podría tener un impacto significativo en la economía chilena al atraer más comercio internacional y generar empleos. Esta transformación podría posicionar a Chile como un líder en la logística marítima en la región del Pacífico, desafiando así el dominio de Perú y otros países vecinos. ¡El futuro del comercio marítimo en América Latina está en juego! ¿Podrá Chile superar a Perú? ¡Mantente atento!