El Presidente Gabriel Boric presentó un discurso contundente ante la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), que duró poco más de 20 minutos y se centró en los conflictos internacionales más apremiantes, brindando una postura clara sobre la situación en Venezuela y posiblemente enviando un guiño a Michelle Bachelet.

En su alocución, Boric abordó conflictos en Gaza, Rusia, Nicaragua y Afganistán, destacando que "las víctimas son, ante todo, seres humanos". Sin embargo, su reconocimiento del triunfo de la oposición en las elecciones presidenciales de Venezuela destacó como un momento crucial. Por primera vez, el Presidente afirmó: "Chile está atento a la crítica situación que vive Venezuela. Estamos frente a una dictadura que pretende robarse una elección. Se requiere una salida política a esta crisis, que reconozca el triunfo de la oposición y lleve adelante una transición pacífica a la democracia".

Estas declaraciones repercutieron en el Congreso Nacional. Vlado Mirosevic, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara Baja, aprobó el tono enérgico del presidente, reafirmando la postura de Chile. Por su lado, el diputado Diego Schalper expresó la necesidad de una respuesta más vehemente, señalando la responsabilidad de países como Brasil, Colombia y España en el proceso de restablecimiento de la democracia venezolana.

A pesar de estas críticas, ni Lula da Silva de Brasil ni Gustavo Petro de Colombia hicieron mención alguna sobre Venezuela en sus intervenciones, lo que contrasta fuertemente con la postura activa de Estados Unidos. El presidente Biden comentó que "millones votaron por cambios, que no han sido reconocidos, pero no se les pueden negar. El mundo sabe la verdad".

Respecto al guiño a Bachelet, el discurso de Boric también incluyó el llamado a un nuevo pacto sobre liderazgo femenino en la ONU, donde enfatizó la necesidad de que el próximo secretario general provenga de América y sea mujer. Esto fue interpretado por muchos en Chile como una clara referencia a la ex presidenta.

"No me cabe duda de que el posible liderazgo de una mujer de nuestra América grande, siguiendo el criterio de rotación territorial de la ONU, podrá encabezar este proceso reformista", sostuvo Boric. Este llamado se produjo en un contexto donde el propio António Guterres, actual secretario general, pidió más impulso hacia liderazgo femenino, advirtiendo sobre la persistente desigualdad de género cuya evidencia sigue siendo alarmante.

Este discurso marca un hito importante en la política internacional de Chile, demostrando un compromiso firme con la democracia y los derechos humanos, mientras se perfila como un portavoz de la región en el escenario global.