Avelino Senra: El Médico que Transformó Vidas

Avelino Senra, quien veía la Terra de Montes como su edén personal, fue más que un médico; fue un verdadero humanista que dejó una huella imborrable en la vida de quienes lo conocieron. Catedrático admirado por sus estudiantes y devoto de su familia, que extendía también a sus amigos, Senra encarnó las virtudes de un profesional comprometido y un alma generosa.

Talento y Dedicación Sin Límites

Nacido en Vilar, dentro de la parroquia de Millerada, Avelino se graduó con honores en Medicina en Santiago y continuó su formación obteniendo su doctorado en Madrid. Como profesor de Medicina Interna, su carrera lo llevó a ser catedrático en Santander y Cádiz, donde infundió su conocimiento y pasión en la oncología, una disciplina dura pero necesaria. En la década de los 70, amplió sus horizontes al formarse en Houston, con el único objetivo de aplicar su saber al servicio de sus pacientes.

Un Escritor Prolífico y Mentor Inigualable

Avelino no solo fue un médico excepcional, sino también un prolífico escritor, publicando más de 50 libros y numerosos artículos científicos. Dirigió más de 40 tesis doctorales, dejando un legado académico que perdurará entre sus estudiantes y colegas.

El Amor por Su Familia y Amigos

Su familia, especialmente su madre, sus hermanos Marisa y Manolo, y sus sobrinos, fueron su mayor fuente de inspiración y alegría. Avelino era conocido por su inmensa generosidad y su capacidad para forjar amistades duraderas, abriendo su corazón a aquellos que conoció a lo largo de su vida.

La Pasión por la Terra de Montes

Una de sus grandes pasiones fue la Terra de Montes. Dondequiera que se encontraba, no dejaba de resaltar la belleza de su tierra natal. Cuando alguien le mencionó la aridez del paisaje montañoso, él con firmeza respondió: 'Nuestra tierra está entre el Tigris y el Eufrates', reflejando su profunda devoción y entusiasmo por sus raíces.

Un Hombre Recordado con Cariño

Al final, Avelino Senra será recordado no solo como un médico excepcional, sino como un ser humano íntegro. Familia, amigos, alumnos y pacientes lo llevarán siempre en sus corazones, recordando su bondad y su compromiso inquebrantable con la vida.