Este año celebramos un hito significativo: el 30º aniversario de la Declaración de Beijing, que se adoptó en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer en 1995. Esta declaración ha sido fundamental en la lucha por los derechos de las mujeres y sigue siendo considerada la guía esencial en las políticas de igualdad de género de los Estados miembros de la ONU. Asumida por representantes de 189 gobiernos, la plataforma de acción abarcó doce áreas críticas, desde la pobreza hasta la salud, la educación, y la violencia contra la mujer, todas ellas que siguen siendo de vital importancia hoy en día.

A lo largo de estos treinta años, hemos presenciado avances significativos gracias a la colaboración entre gobiernos y la sociedad civil, que han trabajado para dar cumplimiento efectivo a los compromisos internacionales y lograr la igualdad de género en todos los ámbitos de la vida. Sin embargo, es crucial recordar que las desigualdades y discriminaciones continúan afectando a mujeres en todas partes del mundo. Este 8 de marzo, el lema del Día Internacional de la Mujer es “Para las mujeres y niñas en TODA su diversidad: Derechos, igualdad y empoderamiento”, enfatizando que la igualdad es un derecho que debe ser garantizado para todas, sin excepción.

Un aspecto fundamental en la consecución de estos objetivos son las administraciones locales, los ayuntamientos, que están en contacto directo con las y los ciudadanos. A través de políticas públicas efectivas, estos cuerpos pueden realizar cambios significativos en la calidad de vida de todos. Las transformaciones sociales más profundas suelen comenzar en el entorno más cercano.

Si bien hemos visto logros en la implementación de políticas de igualdad de género, el 8 de marzo nos recuerda la larga lucha que aún queda por delante. Las prácticas que perpetúan roles y estereotipos de género siguen presentes, generando situaciones de desigualdad y discriminación. Por ejemplo, la brecha salarial persiste y la corresponsabilidad en el hogar continúa siendo responsabilidad casi exclusiva de las mujeres. Por ello, desde las Instituciones Públicas, estamos trabajando en medidas que promuevan una distribución equitativa de los cuidados y tareas domésticas, y que resalten la importancia y el valor de estos trabajos a lo largo de la historia.

Desde la Diputación de Alicante, estamos comprometidos a apoyar a los 141 ayuntamientos de la provincia en la implementación de programas que reduzcan las desigualdades de género y garanticen los derechos de las mujeres. Nuestro enfoque se centra en la corresponsabilidad y en poner los cuidados en el centro de las políticas públicas.

Los logros del pasado no deben hacernos conformistas. Al mirar hacia el futuro, debemos preguntarnos no solo qué acciones tomaremos, sino también qué aspectos dejaremos de lado. La inacción no es una opción. En mi rol como responsable de Igualdad en la institución provincial, me comprometo a trabajar de la mano con los municipios de Alicante para construir un futuro justo, equitativo y libre para todas las mujeres, en toda su diversidad. Esta es una lucha diaria que nos involucra a todas y todos, porque la igualdad es de TODOS.