Desde el establecimiento de la Ley 14 en 2017, que se diseñó para incentivar a médicos especialistas, muchos han señalado una grave omisión: los pediatras y médicos de atención primaria quedaron excluidos de estos beneficios. Esta falta de apoyo a profesionales que también enfrentan desafíos económicos, especialmente aquellos que atienden a pacientes con algún tipo de reforma, ha generado una creciente preocupación en la comunidad médica.

La situación es alarmante, ya que estos médicos a menudo reciben ingresos mucho más bajos en comparación con sus colegas especialistas, lo que pone en riesgo la calidad de la atención médica en la isla. A pesar de que el Colegio Médico no cuestionó la Ley 14 en su momento, esta decisión ha sido criticada con el paso del tiempo por considerarse discriminatoria y perjudicial para la salud pública.

Ahora, un nuevo proyecto de ley está en discusión con la intención de modificar los incentivos existentes. Sin embargo, esto podría resultar en un empeoramiento de la crisis del sistema de salud, dejando a miles de pacientes sin la atención adecuada que merecen. ¿Sabías que Puerto Rico enfrenta una escasez alarmante de médicos de atención primaria y pediatras? Esta situación podría repercutir gravemente en la salud de la población, especialmente de los más vulnerables.

Los expertos advierten que sin un cambio significativo que incluya a todos los médicos, la calidad de la atención médica continuará decayendo, lo que llevaría a consecuencias catastroficas en la salud pública. Es esencial que tanto los médicos como la comunidad exijan soluciones que no solo beneficien a unos pocos, sino que también fortalezcan todo el sistema de salud.

La pregunta crucial es: ¿qué pasará si no se actúa pronto? La salud de generaciones futuras está en juego.