El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, reveló en un impactante discurso a la nación la confirmación de "los primeros combates" entre las tropas ucranianas y los soldados norcoreanos, quienes han sido incorporados al Ejército ruso. Este desarrollo marca una escalofriante expansión del conflicto por parte de Moscú, aumentando la inestabilidad en el ámbito internacional.

De acuerdo con el prestigioso periódico estadounidense The New York Times, se ha reportado que las fuerzas norcoreanas han estado involucradas en intensos enfrentamientos con los militares ucranianos en la disputada región de Kursk, un territorio que ha sido centro de múltiples combates desde el inicio de la guerra.

Zelenski enfatizó durante su alocución que "los primeros combates con soldados de Corea del Norte abren una nueva página de inestabilidad en el mundo", instando a la comunidad internacional a "hacer todo lo posible para evitar que este paso ruso para expandir la guerra tenga éxito".

El ministro de Defensa de Ucrania, Rustem Umérov, ya había informado anteriormente sobre contactos iniciales en el frente entre las fuerzas ucranianas y los soldados norcoreanos, lo que subraya la seriedad de esta nueva amenaza.

En su discurso, Zelenski también agradeció a todos los países que han respondido al despliegue de soldados norcoreanos en Rusia, destacando a aquellos que han tomado acciones concretas más allá de las palabras para ayudar a Ucrania a defenderse.

Una Respuesta Internacional Coordinada

El G7, que incluye a las siete democracias más industrializadas del mundo, junto con Nueva Zelanda y Australia, anunciaron que están trabajando en una respuesta coordinada a la entrada de personal norcoreano en el conflicto ruso-ucraniano. Zelenski declaró: "Ahora, nuestras contramedidas deben ser suficientes. Suficientemente fuertes".

Recientes informes de fuentes ucranianas, surcoreanas y estadounidenses indican que Corea del Norte ha enviado al menos 10,000 soldados a Rusia, y algunos análisis sugieren que esa cifra podría alcanzar hasta 12,000.

Este alarmante desarrollo no solo pone en peligro la soberanía de Ucrania, sino que también podría llevar a una escalada aún mayor del conflicto, arrastrando a más naciones a una guerra que ya ha causado un número incalculable de sufrimientos humanos y destrucción a lo largo de la región.