Una 'Bomba de Relojería' en Nuestros Residuos

Un alarmante estudio publicado en la revista Environmental Pollution revela que las mascarillas desechables que todos usamos durante la pandemia están liberando microplásticos y compuestos químicos letales. Esta situación se califica como una verdadera 'bomba de relojería química' que podría representar un gran riesgo para la salud humana y el medio ambiente.

Cifras Impactantes de Consumo

Durante los picos de contagio de COVID-19, ¡se usaron alrededor de 129.000 millones de mascarillas desechables cada mes! La mayoría, fabricadas con polipropileno y otros plásticos, terminaban en vertederos, playas o ríos, dejando una crisis ambiental a nuestra puerta.

Investigación Reveladora en Laboratorio

Un grupo de investigadores de la Universidad de Coventry, liderados por Anna Bogush, llevó a cabo experimentos en laboratorio al sumergir diferentes tipos de mascarillas en agua purificada durante 24 horas. Los resultados fueron sorprendentes: todas las mascarillas liberaron microplásticos, pero las FFP2 y FFP3 se destacaron por emitir entre cuatro y seis veces más partículas que otros modelos.

El Peligro del Bisfenol B

Además de microplásticos, los científicos encontraron bisfenol B, un disruptor endocrino que puede imitar el estrógeno en humanos y animales. Se estima que durante la producción masiva de estas mascarillas se vertieron entre 128 y 214 kilos de esta sustancia al medio ambiente, poniendo en peligro nuestros ecosistemas.

El Clamor de los Expertos

La científica Bogush enfatiza la urgencia de este problema: "No podemos ignorar el costo ambiental de las mascarillas desechables, especialmente cuando sabemos que los microplásticos y las sustancias químicas que liberan impactan negativamente en las personas y en la naturaleza". Es imperativo fomentar alternativas más sostenibles que reduzcan este devastador impacto global.