Cada vez que se lleva a cabo una cumbre climática, los científicos del Global Carbon Project, un equipo de más de 120 expertos, actualizan el inquietante informe sobre las emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo.

A pesar de los compromisos establecidos en el Acuerdo de París, el último Balance de Carbono Global revela que las emisiones de dióxido de carbono (CO2) derivadas de los combustibles fósiles todavía no han alcanzado su límite. Se espera que en 2024, estas emisiones aumenten un 0,8% en comparación con 2023, alcanzando la asombrosa cifra de 37.400 millones de toneladas de CO2. Este alarmante estudio se publicará en la revista Earth System Science Data y se presentará en la Cumbre del Clima en Bakú.

Si añadimos las 4.200 millones de toneladas de CO2 provenientes de actividades como la deforestación y los incendios forestales, la cifra total de emisiones podría llegar a 41.600 millones de toneladas de CO2 en 2024, superando las 40.600 millones de toneladas del año anterior. Especialmente preocupante es el aumento de emisiones debido a incendios en Canadá y la sequía en Brasil, que han batido récords este año.

El informe revela que, en la última década, las emisiones de CO2 por el uso de combustibles fósiles incrementaron, mientras que las relacionadas con los cambios en el uso del suelo disminuyeron, lo que mantenía el balance total relativamente estable. Sin embargo, en 2024 ambos tipos de emisiones se elevarán, impulsadas por condiciones climáticas adversas influenciadas por el fenómeno de El Niño.

En cuanto a las emisiones por país, se anticipa que China (32% del total mundial) incrementará sus emisiones apenas un 0,2%, mientras que en Estados Unidos (13% del total mundial) se espera una disminución del 0,6%. La Unión Europea (7% del total mundial) podría reducir sus emisiones un 3,8%. Por el contrario, se prevé que India (8% del total mundial) aumente sus emisiones un alarmante 4,6%, y el resto del mundo (38% del total mundial) aumentará un 1,1%.

Un dato inquietante es que la aviación y el transporte marítimo internacionales, que comprenden el 3% de las emisiones globales, se proyecta que aumentarán un 7,8% en 2024, a pesar de que todavía están un 3,5% por debajo de los niveles previos a la pandemia en 2019.

Glen Peters, científico del Centro CICERO de Investigación Climática en Oslo, comentó que aunque se observan avances en varios países, alcanzar el punto máximo de emisiones globales de CO2 sigue siendo un desafío monumental.

El futuro es sombrío: el equipo del Global Carbon Budget advierte que inyectar más de 40.000 millones de toneladas de CO2 en la atmósfera anualmente está intensificando los riesgos de calentamiento global. Si las proyecciones se cumplen, hay un 50% de posibilidades de que en seis años se supere el límite de 1,5 grados de calentamiento respecto a la era industrial. Este cálculo se basa en la evaluación del presupuesto de carbono restante, un indicador crítico que podría dictar la capacidad del planeta para evitar los peores efectos del cambio climático.

Con este preocupante panorama, el tiempo se agota. La capacidad de nuestro planeta para cumplir el objetivo de 1,5 grados Celsius se está esfumando, y sin acciones drásticas, podríamos enfrentarnos a un futuro devastador.