El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha desvelado cambios significativos en la doctrina nuclear de su país, un anuncio que ha encendido alarmas sobre la seguridad global.

La doctrina nuclear se refiere a los fundamentos que justificarían el uso de armamento nuclear por parte de Rusia, y sus recientes modificaciones han sido interpretadas como un claro mensaje a Occidente. En medio de un clima de creciente tensión, estas advertencias se suman a amenazas anteriores lanzadas por funcionarios del Kremlin.

En junio, Putin ya había descrito su doctrina nuclear como un "instrumento vivo" que podría adaptarse a las circunstancias globales cambiantes, lo que indica una flexibilidad inquietante en su postura militar. El ministro de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, también advirtió sobre las implicaciones de un posible conflicto a gran escala, sugiriendo que una Tercera Guerra Mundial podría involucrar no solo a Europa sino también a Estados Unidos, añadiendo que los países occidentales que apoyan a Ucrania están "jugando con fuego".

Este anuncio llega en medio de la invasión militar en Ucrania, que ha durado más de dos años desde el 24 de febrero de 2022. Mientras Ucrania continúa recibiendo ayuda económica y militar de sus aliados, sus fuerzas armadas intentan frenar el avance ruso en múltiples frentes. Además, se han intensificado las incursiones en regiones como Kursk, lo que subraya la escalofriante realidad del conflicto.

Putin reveló estos cambios en la doctrina nuclear durante una reunión del Consejo de Seguridad el 25 de septiembre de 2024, cuando explicó que su gobierno revisó exhaustivamente los términos debido a "nuevas fuentes de amenazas y riesgos militares". La nueva versión de la doctrina afirma que cualquier agresión contra Rusia por un estado no nuclear, si es respaldada por uno nuclear, será considerada como un ataque conjunto, lo que, a la luz de la actual guerra, podría tener consecuencias devastadoras.

En términos específicos, se menciona que el Kremlin considera el uso de armas nucleares si recibe información confiable sobre un ataque aéreo masivo cruzando su frontera estatal. "Nos reservamos el derecho de utilizar armas nucleares en caso de agresión contra Rusia y Bielorrusia", afirmó Putin rotundamente.

Es importante resaltar que Ucrania, al ser un país no nuclear, depende del apoyo militar de naciones como Estados Unidos, que sí poseen capacidad nuclear. Esta dinámica complica aún más la situación y añade una capa de riesgo a la escalada del conflicto.

Andrey Kartapolov, jefe del Comité de Defensa de la Duma Estatal, indicó que estos cambios en la doctrina nuclear permitirán una mayor flexibilidad y eficiencia. "Los cambios se realizan para asegurarnos de que nuestra doctrina esté alineada con las realidades de hoy", agregó.

La doctrina original fue establecida en 2020, permitiendo a Rusia utilizar armas nucleares en respuesta a agresiones nucleares o convencionales que amenacen su existencia. Expertos en armamento como Maxim Starchak observaron que las amenazas nucleares se han vuelto una rutina en el discurso del Kremlin cada vez que Ucrania recibe nuevos arsenales de Occidente.

Un académico ruso, bajo anonimato, sugirió que estos cambios podrían aumentar la flexibilidad de la doctrina, aunque el uso efectivo de armas nucleares sería complicado dada la gravedad de las repercusiones. La advertencia de Putin puede considerarse un intento de enviar un mensaje a Ucrania y sus aliados, intentado subrayar las implicaciones de la ayuda militar.

Finalmente, el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, calificó a Putin como "totalmente irresponsable" por sus comentarios sobre la doctrina nuclear, destacando que la comunidad internacional observa de cerca estos desarrollos, lo que plantea serias dudas sobre la estabilidad en la región y más allá.