El clima de tensión en el Caribe se calienta tras un incidente que involucra a dos aviones militares de Venezuela y un buque de guerra estadounidense, el USS Jason Dunham. Este hecho, ocurrido en aguas internacionales, ha desatado una fuerte respuesta desde Washington.

El Departamento de Defensa de EE.UU. tildó la maniobra de "altamente provocadora", afirmando que estaba diseñada para interferir con sus operaciones antinarcóticos y antiterrorismo. Este enfrentamiento verbal no es la primera vez que ocurre; Washington ha acusado repetidamente al presidente venezolano, Nicolás Maduro, de tener vínculos con el narcotráfico, referenciándolo incluso como líder de una organización criminal conocida como el 'Cartel de los Soles'.

La situación se intensificó hace unos días, cuando el presidente Trump ordenó la destrucción de una lancha en el Caribe supuestamente cargada de drogas. Este ataque resultó en la muerte de "11 terroristas en combate", según informaron autoridades, mientras ningún miembro estadounidense sufrió daños.

Las relaciones entre EE.UU. y Venezuela se han vuelto más tensas desde que ambas naciones rompieron vínculos diplomáticos en 2019, con recientes disparos de advertencia como el aumento de recompensas por información sobre Maduro y el despliegue de fuerzas navales en aguas caribeñas.

En respuesta a estas amenazas, Caracas ha movilizado tropas y milicianos. Maduro, enérgico, ha advertido que cualquier agresión directa resultaría en "una lucha armada". También cargó palabras contra Marco Rubio, secretario de Estado estadounidense, llamándolo un "señor de la guerra" por sus intentos de generar un cambio de régimen a través de la fuerza.

El uso de aviones F-16 por parte de Venezuela en este último incidente no ha pasado desapercibido. Aunque el régimen chavista no ha ofrecido comentarios al respecto, el mensaje de desafío ha quedado claro: Venezuela no retrocederá ante lo que consideran amenazas de Washington.

La batalla por el control del narcotráfico y la soberanía en el Caribe se intensifica, ¿qué será lo siguiente en este conflicto? Las cartas están sobre la mesa y el ecosistema geopolítico de la región no parece estar preparado para calmarse.