Los enterovirus han estado presentes en nuestras vidas de forma silenciosa durante décadas, con más de un centenar de serotipos conocidos. Aunque muchos de estos virus causan enfermedades leves, el reciente descubrimiento del enterovirus EV-C105 ha puesto nerviosa a la comunidad científica en España. Este virus, que ha demostrado poder desencadenar enfermedades respiratorias y neurológicas severas, ha sido detectado en muestras clínicas de niños entre 2019 y 2024.

Un estudio del Centro Nacional de Microbiología (CNM) del Instituto de Salud Carlos III, publicado en Eurosurveillance, ha documentado cinco casos de este virus. Su baja incidencia no debe seducirnos a la complacencia, ya que hay dos razones de peso por las que la comunidad científica está en alerta: su escasa información disponible y su potencial relación con enfermedades graves como meningitis y parálisis flácida aguda.

Un virus que no respeta fronteras

Los enterovirus, muy contagiosos por sus vías fecal-oral y respiratoria, han mostrado un aumento preocupante en varios países europeos como Reino Unido, Italia y Bélgica. Los casos de EV-C105 están surgiendo con rapidez, lo que podría indicar que su propagación es más rápida de lo que se había anticipado.

La detección constituye un verdadero desafío. A diferencia de otros enterovirus, el EV-C105 presenta características genéticas que dificultan su identificación con los métodos de diagnóstico molecular habituales. Esto podría conducir a una infranotificación de los casos existentes, lo que significa que podríamos estar lidiando con un número de infecciones mucho mayor de lo que se cree.

Complicaciones neurológicas alarmantes

Si bien la mayoría de los enterovirus suelen causar infecciones leves, el EV-C105 ha demostrado una inquietante afinidad por el sistema nervioso central. Hasta ahora, de los cinco casos en España, dos niños han experimentado complicaciones neurológicas serias, reforzando el argumento de que este virus podría ser más patogénico de lo que se pensaba inicialmente.

Un linaje emergente bajo el microscopio

La investigación genética ha revelado que cuatro de los cinco casos en España pertenecen a un nuevo linaje llamado C1, caracterizado por la presencia de cuatro mutaciones. Estos cambios podrían estar asociados con una mayor capacidad de evasión del sistema inmunológico, así como con un incremento en su tasa de transmisión.

Las expertas del CNM-ISCIII han destacado la necesidad de expandir las bases de datos genéticas del EV-C105 para poder seguir su evolución de manera más efectiva. Solo un monitoreo riguroso nos permitirá anticipar su impacto y desarrollar estrategias de control adecuadas.

Urgente llamada a la vigilancia epidemiológica

Uno de los aspectos más inquietantes es el tema de la detección. El estudio ha revelado que en los dos pacientes que presentaron enfermedad neurológica grave, las pruebas fecales no lograron identificar al virus. Este hallazgo pone de manifiesto que las técnicas de diagnóstico convencionales podrían no ser suficiente y sugiere la urgente necesidad de incluir pruebas en muestras respiratorias.

¿Deberíamos preocuparnos?

A pesar de que el número de casos en España es pequeño, el hecho de que el EV-C105 haya llegado a nuestras costas es un recordatorio crucial de que no debemos bajar la guardia. La historia ha mostrado que los virus que pasan desapercibidos pueden, en momentos clave, convertirse en serias amenazas para la salud pública. La vigilancia epidemiológica se vuelve, entonces, una herramienta indispensable en la lucha contra este enterovirus emergente.