Un fenómeno telefónico que inicialmente puede parecer un simple error ha levantado señales de alarma entre diversas autoridades. Según la Policía Nacional de España, recientemente se ha observado un notable aumento en las llamadas de números desconocidos en las que, al contestar, no hay ninguna respuesta.

A pesar de parecer inofensivas, estas llamadas, conocidas como “robollamadas”, son una táctica empleada por estafadores para identificar números de teléfono activos y potencialmente vulnerables. Utilizando sistemas automáticos o bots, estos delincuentes marcan aleatoriamente una gran cantidad de números y cuando alguien contesta, el sistema confirma que el número está activo y que la persona está dispuesta a recibir llamadas de desconocidos.

Este primer contacto puede ser el precursor de una cadena de fraudes muy elaborados. Una vez que los estafadores tienen la certeza de que un número pertenece a un individuo real, pueden utilizar esta información de diversas maneras, como intentos directos de estafa que solicitan información personal o financiera bajo excusas fraudulentas.

La magnitud del problema es alarmante. Los números obtenidos pueden, además, ser vendidos a terceros que están involucrados en actividades delictivas, como la difusión masiva de mensajes de spam o fraudes telefónicos. Esta actividad ilegal no sólo representa un riesgo para las víctimas directas, sino que se extiende a un mayor número de personas, aumentando la vulnerabilidad en toda la población.

Un riesgo adicional son las llamadas descolgadas, donde la curiosidad lleva a muchas personas a devolver la llamada. Algunos de estos números están vinculados a líneas de tarificación especial que pueden resultar en costos exorbitantes por minuto. El regreso a estos números puede convertirse en una trampa financiera para incautos que no lo advierten.

La confirmación de que un número pertenece a una persona dispuesta a contestar lo convierte en un blanco perfecto para futuros intentos de fraude, como el phishing. En estas ocasiones, los estafadores intentan obtener información confidencial, haciéndose pasar por entidades legítimas y logrando que el usuario revele datos sensibles como contraseñas y detalles bancarios.

Además, la naturaleza repetitiva de estas llamadas puede inducir a la inquietud o incluso al pánico en quienes las reciben. Este estado de alerta constante no solo es estresante, sino que también puede desembocar en decisiones impulsivas, llevando a las personas a devolver automáticamente las llamadas sin verificar primero su procedencia.

Ante esta creciente preocupación, la Policía Nacional ha lanzado una serie de recomendaciones para ayudar a los ciudadanos a protegerse. En primer lugar, se aconseja no contestar a llamadas de números desconocidos, particularmente si parecen ser repetitivas y no hay nadie al otro lado.

Si recibes una llamada sin respuesta, es fundamental no devolver la llamada, ya que podría tratarse de un número que cobra tarifas especiales. También es esencial bloquear cualquier número que cause molestias para prevenir futuros intentos de contacto.

Además, es crucial mantener la confidencialidad de la información personal. Nunca compartas datos sensibles como números de cuentas bancarias o contraseñas a través del teléfono o cualquier otro canal digital, especialmente si provienen de números desconocidos o no solicitados.

Finalmente, las autoridades y expertos en ciberseguridad instan a los ciudadanos a denunciar este tipo de llamadas ante las entidades competentes. Esta acción no solo permite rastrear patrones de estafa, sino que también ayuda a establecer medidas más efectivas para combatir estas amenazas que, al parecer, están al acecho detrás de cada llamada silenciosa.