La tensión se desató en Kiev cuando sonaron disparos antiaéreos durante la reunión entre el primer ministro británico, Keir Starmer, y el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, este jueves. Mientras discutían un histórico acuerdo de seguridad, un dron ruso sobrevolaba el Palacio Mariinskyi, provocando el despliegue inmediato de las fuerzas de defensa aérea de Ucrania.

Las explosiones resonaron en el centro de la capital ucraniana y el alcalde Vitali Klitschko instó a los ciudadanos a buscar refugio. "¡Diríjanse a los refugios!", escribió en su cuenta de Telegram momentos después de que se escucharon los estruendos.

Este incidente no es aislado, ya que Rusia ha intensificado sus ataques aéreos, utilizando drones y misiles, tanto de noche como durante el día. La llegada del dron coincidió con una reunión clave, donde Starmer estaba en Kiev para firmar un acuerdo de cooperación en áreas de defensa, energía y comercio por un periodo de 100 años, un movimiento que busca fortalecer los lazos entre el Reino Unido y Ucrania en un momento crítico de la guerra.

El acuerdo tiene como objetivo prioritario asegurar que Ucrania esté en la mejor posición posible para enfrentar los desafíos de 2025, subrayó Starmer. "Debemos ofrecer el apoyo necesario y no relajar nunca nuestros esfuerzos", destacó durante su visita a un hospital donde conoció a soldados ucranianos heridos.

Además, Starmer anunció una ayuda adicional de 40 millones de libras (aproximadamente 48 millones de dólares) para la recuperación económica de Ucrania. También se discutió la posibilidad de desplegar tropas occidentales en Ucrania para supervisar un posible acuerdo de alto el fuego, una propuesta que ha sido promovida por el presidente francés, Emmanuel Macron.

Desde el comienzo de la invasión, el Reino Unido se ha erigido como uno de los principales aliados de Ucrania, proveyendo armamento y asistencia vital. Starmer enfatizó la unidad frente a la agresión rusa, afirmando que la ambición de Putin de desunir a Ucrania de sus aliados ha fracasado estrepitosamente.

Sin embargo, la relación ha enfrentado desafíos. Altos funcionarios ucranianos expresaron su preocupación por un aparente retroceso en la asistencia militar británica bajo la administración de Starmer en comparación con la de su predecesor, Rishi Sunak. Se alegó que la entrega de misiles de largo alcance Storm Shadow se había ralentizado.

A pesar de estas complicaciones, la determinación del Reino Unido para apoyar a Ucrania sigue firme. El suministro continuo de armamento, incluido el reconocido sistema Storm Shadow, refuerza el compromiso británico con la soberanía y la seguridad de Ucrania en su lucha contra la agresión rusa.