La Fiscalía Metropolitana Centro Norte ha tomado medidas drásticas tras un violento ataque incendiario que tuvo lugar en la madrugada de este martes en Conchalí. Este ataque, que parece ser el resultado de un intento de extorsión, ha elevado la preocupación por la seguridad en la zona. El grupo criminal conocido como “Nueva Jauría” es el principal sospechoso tras este acto delictivo.

Elementos del OS9 y del Labocar de Carabineros ya están trabajando intensamente en la investigación. Hasta el momento, han recopilado información crucial, tomado declaraciones de las víctimas y revisado meticulosamente las cámaras de seguridad. Afortunadamente, los daños en la propiedad fueron menores, aunque el temor y la ansiedad en la comunidad son palpables.

Según los informes, la familia afectada, que regenta una peluquería local, recibió al menos dos amenazantes mensajes de WhatsApp exigiendo un pago de $10 millones. Se les advirtió que, de no cumplir con esta extorsión, enfrentarían represalias graves, como el ataque incendiario que ya sufrieron.

El fiscal Jaime Lavandero ha implementado medidas de seguridad adicionales para proteger a la familia. Se ha dispuesto que la 5ª Comisaría de Carabineros de Conchalí ofrezca resguardo y apoyo psicológico a las víctimas. Además, se están analizando las grabaciones de las cámaras de seguridad para lograr identificar a los responsables, quienes, según las primeras versiones, habrían utilizado sus teléfonos celulares para documentar el ataque mientras lo perpetraban.

Este es un nuevo recordatorio de la creciente ola de criminalidad y extorsión que azota diversas partes de la ciudad. Las autoridades están comprometidas a garantizar la seguridad de los ciudadanos y a erradicar estas prácticas delictivas, que no solo atentan contra la propiedad privada, sino que también siembran el miedo en las comunidades.

Las autoridades instan a la población a denunciar cualquier actividad sospechosa y recuerdan que la seguridad ciudadana es responsabilidad de todos.