Este miércoles, los estadounidenses se dejaron llevar por el fervor electoral y eligieron nuevamente a Donald Trump como su presidente, marcando un nuevo capítulo en la política internacional. Para Chile, esta reelección alarma por la inminente amenaza que representa para el programa de exención de visa, conocido como Visa Waiver.

Este programa permite a ciudadanos chilenos ingresar a Estados Unidos por un máximo de 90 días sin visa, facilitando el turismo y los negocios desde su implementación en 2014. Sin embargo, la victoria de Trump ha reavivado los temores sobre la posibilidad de perder dicho privilegio, en medio de una campaña de presión política en EE.UU. contra ciertos países latinoamericanos.

En junio de 2023, el Partido Republicano propuso clasificar a Chile como un "país de alto riesgo", lo que podría resultar en la exclusión de la Visa Waiver. La justificación detrás de esta sugerencia radica en un alza alarmante de deportaciones de chilenos en EE.UU., especialmente en el área de Orange County, California, donde las autoridades señalaron que 21 chilenos fueron arrestados el año pasado por delitos menores.

Mayo de 2023 fue un mes particularmente tenso, cuando el fiscal Todd Spitzer expuso que Chile no estaba entregando la información criminal necesaria de aquellos compatriotas que habían sido detenidos en el país del norte. La preocupación se alza, considerando que la presencia de "turistas ladrones" de Chile ha sido un punto focal en el debate. Estos delincuentes utilizan la Visa Waiver para acceder a EEUU con el objetivo de robar en residencias de lujo.

Las estadísticas son alarmantes: durante los últimos 12 meses, la lista de arrestos por robos vinculados a ciudadanos chilenos ha crecido y se han reportado circunstancias similares en estados como Maryland, Carolina del Norte y Nueva York. Las autoridades están cada vez más preocupadas por la imagen que esto da de Chile, especialmente en un contexto donde un líder como Trump se ha mostrado hostil hacia la inmigración.

Los especialistas en relaciones exteriores, como el embajador chileno en EE.UU., Juan Gabriel Valdés, han salido a calmar las aguas, asegurando que Chile no corre peligro de perder su estatus en el programa Visa Waiver si se mantiene un enfoque técnico y no político. Sin embargo, voces críticas como la del exministro Heraldo Muñoz advertían que la gestión de Trump podría llevar a América Latina a ser vista negativamente, etiquetada como un centro de tráfico de drogas y criminalidad.

La exministra Antonia Urrejola también opinó que Trump podría intensificar las presiones sobre Chile para que pierda su acceso a este programa.

La incertidumbre está presente: miles de chilenos dependen de esta facilidad para viajar a Estados Unidos. A medida que se despliegan las estratégias políticas post-electorales, queda claro que la administración Trump tendrá un impacto significativo en las relaciones diplomáticas y en el futuro del programa Visa Waiver. Chile, el único país latinoamericano en disfrutar de este beneficio, podría estar a la deriva si no se toman las acciones adecuadas. ¿Podrían los chilenos perder esta clave puerta de entrada a uno de los países más deseados del mundo? ¡El tiempo lo dirá!