¡Alerta en Brasil! El impacto de Trump preocupa a Lula da Silva por los posibles aranceles y su influencia en las elecciones de 2026
2025-01-20
Autor: Isidora
La nueva era que se avecina con la toma de posesión de Donald Trump no solo tiene implicaciones para Estados Unidos, sino que despierta una gran inquietud en Brasil, donde el gobierno de Lula da Silva está en el punto de mira. Desde la inesperada decisión del juez del Supremo Tribunal Federal (STF), Alexandre de Moraes, de negar la devolución del pasaporte al ex presidente Jair Bolsonaro, las relaciones entre ambos países han comenzado a generar incertidumbres. Trump, conocido por su fuerte apoyo a Bolsonaro, ha mantenido estrechos lazos con él, quien fue apodado “el Trump tropical”. Sin embargo, su viaje a la ceremonia de investidura se ha visto truncado, permitiendo que su esposa y su hijo lo representen.
La situación ha causado revuelo en ambos países. El presidente de Argentina, Javier Milei, criticó abiertamente al “régimen de Lula” por impedir que Bolsonaro asistiera a una cita tan simbólica. En el ámbito nacional, el presidente del Partido Liberal, Domingos Sávio, también condenó la decisión del STF, haciendo un paralelismo entre Lula y Bolsonaro: mientras uno ha podido viajar sin problemas a varios países, el otro se ve bloqueado a pesar de no tener condenas penales.
A medida que la administración de Trump toma forma, Lula y sus asesores se encuentran en una posición poco cómoda. Mientras que Celso Amorim, asesor de política exterior de Lula, espera establecer “pragmatismo y respeto mutuo”, el miedo a los cambios en las relaciones comerciales y políticas se cierne sobre el gobierno brasileño, especialmente con las elecciones presidenciales de 2026 en el horizonte. A pesar de que Bolsonaro no puede presentarse como candidato, su influencia aún podría hacer sentir su poder a través de una alianza con Trump.
Además de los riesgos electorales, la amenaza de aranceles se convierte en un gran tema de conversación. Trump ha insinuado que podría aplicar medidas proteccionistas a países que utilicen su sistema judicial para perseguir a opositores, lo que podría incluir a Brasil. Sin embargo, el análisis de expertos sugiere que, a pesar de la imprevisibilidad de Trump, es poco probable que Brasil sufra un impacto significativo en su comercio, que ha experimentado un crecimiento notable recientemente.
Algo que también preocupa es la próxima COP30, que se llevará a cabo en Belém, Brasil. La participación de Estados Unidos bajo una administración de Trump podría limitar la influencia y el peso político de esta cumbre, especialmente si decide retirarse del Acuerdo de París. Esto podría dar pie a que la oposición bolsonarista intente desviar la atención con su propia cumbre paralela en Manaos, atrayendo a importantes líderes ultraconservadores.
A medida que Brasil también navega relaciones complejas con China, Rusia e Irán, el temor a un enfriamiento de las relaciones con Estados Unidos se mantiene. La reciente cooperación entre Rusia e Irán en defensa podría ser un factor determinante para que Trump adopte una postura más agresiva contra Brasil, especialmente teniendo en cuenta el apoyo de Lula a Maduro y su acercamiento a estos regímenes autoritarios.
En este contexto, la situación de los migrantes brasileños en Estados Unidos se ha vuelto crítica, con más de 230,000 indocumentados en el país, lo que podría ser un tema candente, dado que Trump ya ha prometido repatriar a inmigrantes ilegales. Asimismo, la amenaza de criminalización de las organizaciones criminales brasileñas en Estados Unidos podría aumentar su actividad en el territorio estadounidense, especialmente en el sector de las criptomonedas, donde Trump ha mostrado interés en la expansión.
Mientras tanto, Lula ha tratado de calmar tensiones, expresando su aprecio por el trabajo conjunto con Biden en su cuenta de X, sin mencionar directamente a Trump. A pesar de ello, el silencio de Trump, que no ha tenido contacto telefónico con Lula desde su elección, es indicativo de la frialdad que puede caracterizar próximamente las relaciones entre los dos países, lo que generar un escenario político y económico incierto en Brasil.
En resumen, la llegada de Trump puede traer consigo un torrente de desafíos para Brasil, tanto en el ámbito interno como internacional. Sin duda, el mundo estará observando de cerca cómo Lula se enfrenta a esta nueva realidad y qué estrategias salvarán su gobierno y el futuro de Brasil.