El Gobierno belga ha lanzado un llamado urgente a las universidades para que capaciten a sus estudiantes de medicina en el manejo de posibles situaciones de crisis y guerra, en medio de un panorama global cada vez más incierto. Según una carta recién divulgada por los ministerios de Defensa y Salud Pública, se insta a los decanos de las universidades a mejorar la preparación de los futuros médicos para enfrentar "situaciones de crisis militares y civiles" que podrían surgir en el futuro.

Con la actual inestabilidad internacional y la necesidad de fortalecer el sistema de salud, las autoridades destacan que integrar elementos de medicina militar en la formación médica básica es esencial para aumentar la "preparación y resiliencia" de los futuros profesionales de la salud. Esta estrategia no solo busca estar listos para emergencias, sino también consolidar la cooperación entre el ámbito médico y militar.

La colaboración del Servicio Médico de Defensa, junto con el Ministerio de Salud Pública y el Centro Nacional de Crisis, ofrecerá una oportunidad única para dotar a los estudiantes de herramientas que les permitan enfrentar los retos que surgen en crisis y conflictos. Esto incluye atención médica en incidentes químicos, biológicos, radiológicos y nucleares, así como la gestión del trauma y el tratamiento de víctimas con trastorno de estrés postraumático (TEPT).

Asimismo, las universidades comenzarán a revisar sus planes de estudio. La Facultad de Medicina de la KU Leuven ya está liderando iniciativas para adaptar sus programas educativos, con el objetivo de preparar a sus estudiantes que se graduarán en los próximos años, como explicó su decano, Chris Verslype.

Aunque algunas formaciones ya abordaban ciertos aspectos de estas crisis, la preparación suele estar limitada a materias optativas y educación de posgrado. Verslype comentó que es crucial encontrar un balance entre evitar el pánico innecesario y contar con la preparación adecuada para escenarios que, aunque puedan parecer remotos, son potenciales.

"Por ejemplo, ¿qué hacer si una fábrica en Amberes es bombardeada? ¿O si hay una interrupción en la cadena logística que afecta la disponibilidad de medicamentos?", cuestionó. Preguntas de gran relevancia en tiempos donde el conflicto puede surgir inesperadamente.

La Facultad de Medicina de la UGent se ha comprometido a preparar a los estudiantes específicamente para "desastres masivos". Su decano, Piet Hoebeke, ha declarado que esta preparación no solo incluye a médicos, sino también a enfermeros y fisioterapeutas, subrayando la importancia de una educación integral ante emergencias.

Además, universidades en Gante, Amberes y la VUB están en procesos de revisión para adaptar sus currículos a las realidades actuales. Filip Lardon, decano de la UAntwerpen, ha enfatizado que la medicina de emergencia y la cirugía ortopédica son áreas que requieren un entrenamiento específico para situaciones de guerra, donde la experiencia práctica y los conocimientos teóricos son fundamentales.

Con la creciente preocupación por posibles conflictos y crisis humanitarias, la implicación del personal médico en este tipo de situaciones se vuelve más crucial que nunca, y Bélgica podría desempeñar un papel significativo en el sistema de salud de la OTAN. ¿Estamos realmente listos para lo que pueda venir?