Con miras a su regreso al Congreso, Alejandro Navarro critica duramente la gestión del gobierno de Gabriel Boric, señalando que la inexperiencia ha llevado a errores costosos. Su análisis se extiende a temas delicados como la reforma de pensiones y la situación en Venezuela, aunque opta por no profundizar demasiado en este último.

Tras su reciente derrota en las elecciones regionales en el Biobío, Navarro sostiene que hubo una falta de apoyo por parte de los partidos que integran el gobierno. Asegura que el oficialismo corre el riesgo de transformarse en 'la izquierda que la derecha anhela'.

Sobre los resultados de las elecciones, Navarro admite que ninguna derrota es fácil de asimilar y reconoce el respaldo que ha tenido la gestión de Sergio Giacaman, el gobernador electo. Así mismo, advierte que la región se enfrenta a una crisis laboral que requiere la máxima unidad para priorizar el empleo.

La falta de apoyo de los partidos, según Navarro, contribuyó significativamente a su derrota. Afirma que la unidad de la centroizquierda es crucial, sobre todo en una segunda vuelta electoral. Sin embargo, también reflexiona sobre cómo el perfil del electorado ha cambiado, destacando el impacto del voto obligatorio y las redes sociales en la reciente elección. Menciona que muchos jóvenes no contaban con la información necesaria para participar activamente.

Además, admite una necesidad de asumir la responsabilidad por la falta de conexión con los votantes, señalando que muchos no conocen a sus candidatos debido a la falta de recursos económicos para campañas. Advocando por una pronta reforma dentro de su sector, afirma que es fundamental para mantenerse relevante en la política.

A la pregunta sobre una posible nueva candidatura, Navarro lo considera si la centroizquierda logra cohesionarse adecuadamente. Recuerda que la próxima elección presidencial podría enfrentar a dos candidatos de derecha si la oposición no fortalece su propuesta política.

Respecto a la situación en Venezuela, desmiente las acusaciones de estar alineado con Maduro, señalando que siempre ha defendido causas justas. Critica el enfoque de la oposición sobre el país, y asegura que es vital que Chile y otros países de Latinoamérica busquen formar una unidad. Asegura que las sanciones han afectado enormemente a Venezuela, complicando su situación interna.

En relación con la reciente controversia sobre la fallida compra de la casa de Salvador Allende, Navarro califica la acción del gobierno como rutinaria y advierte que no se puede descuidar la figura de Allende, quien representa un legado histórico importante. Además, cuestiona al gobierno por no tener una mejor estrategia para la preservación del patrimonio.

Finalmente, aborda la gestión de Boric, subrayando la falta de experiencia en su administración. Argumenta que los errores cometidos requieren un esfuerzo conjunto entre el gobierno y la oposición para ser corregidos. Termina enfatizando que la reforma de pensiones necesita ser sustancialmente revisada, y que el tema de los acuerdos políticos debe ser reconsiderado para el futuro, ya que el conocimiento corresponde a una política de colaboración, que parece estar desvaneciéndose en el panorama actual.