La temporada de fin de año puede ser un verdadero desafío para los trabajadores. Con la presión de cumplir con plazos y las demandas crecientes, es crucial que las empresas implementen estrategias para mitigar el estrés. Según la psicóloga Montiel, una de las soluciones más efectivas son las pausas activas.

“Tener espacios recreativos dentro de la empresa, como zonas verdes o hamacas, puede ser muy beneficioso. Estos lugares permiten a los colaboradores desconectarse brevemente y realizar técnicas de respiración o relajación antes de continuar con sus labores”, afirma Montiel. Estas simples acciones no solo ayudan a reducir el estrés, sino que también fomentan un ambiente de trabajo más positivo y productivo.

Una recomendación vital para manejar la carga laboral es incorporar la técnica Pomodoro, que consiste en trabajar en intervalos concentrados —digamos, tres horas seguidas— seguidos de descansos cortos de 10 a 15 minutos. Montiel explica que “es clave incorporar entre tres y cuatro pausas de este tipo al día para reducir el agotamiento”. Esto permite a los empleados recargar energías y claro, mantenerse alerta.

Sin embargo, en momentos de alta demanda, las pausas prolongadas pueden ser complicadas. En esos casos, es recomendable enseñar a los colaboradores ejercicios simples de respiración que puedan realizar en cualquier momento. “Esto ayuda a manejar la tensión emocional y a mantener la productividad”, asegura Montiel.

En esta época del año, la ansiedad no solo afecta a los trabajadores, sino también a los clientes, quienes pueden verse abrumados por el bullicio de las celebraciones. Por eso, es esencial que la comunicación efectiva sea una prioridad. “Fomentar el diálogo y la empatía es fundamental, ya que todos están sometidos a muchas presiones”, agrega.

Además de esto, las festividades de fin de año son una excelente oportunidad para reconocer el esfuerzo de los colaboradores. Montiel destaca la importancia de ofrecer aguinaldos, regalos y organizar celebraciones como cenas o almuerzos, ya que estas muestras de aprecio pueden motivar a los trabajadores y reforzar su compromiso con la empresa. Pero cuidado, ¡la sobrecarga laboral puede acechar!

“Es crucial que los colaboradores puedan disfrutar plenamente de estos gestos. Debemos equilibrar las cargas de trabajo y asegurarnos de que tengan espacios para desconectarse y recargar energía”, aconseja.

Fuera del trabajo, Montiel enfatiza la necesidad de mantener una rutina saludable. Hacer ejercicio, alimentarse bien y descansar adecuadamente son hábitos que no solo benefician la salud personal, sino que también tienen un impacto positivo en el rendimiento laboral. ¡No lo subestimes!

Finalmente, es vital construir un ambiente laboral inclusivo y humano. Participar en actividades de fin de año, como cenas o eventos, fortalece los lazos entre compañeros y crea un sentido de comunidad. “Es fundamental que los colaboradores sepan que pueden contar con sus colegas y con la empresa, especialmente en momentos de alta demanda”, concluye Montiel.

Recuerda, un ambiente laboral que promueve el bienestar emocional no solo mejora la calidad de vida de los empleados, sino que también incrementa la productividad. ¡Es hora de tomar la iniciativa y transformar nuestro entorno laboral!