A pesar de que consideramos que un día tiene exactamente veinticuatro horas, la verdadera duración es mucho más intrigante. La rotación de la Tierra sobre su eje toma en realidad 23 horas, 56 minutos y 4 segundos, y lo sorprendente es que este tiempo no es fijo. ¡El planeta está desacelerando lentamente! Este fenomenal fenómeno significa que, con el paso de los milenios, nuestros días se están alargando.

Detrás de esta evolución horaria se encuentra un complejo ballet cósmico. La atracción gravitacional de la Luna es el principal culpable de esta desaceleración, aunque el Sol también tiene un papel importante. A esto se le suman las dinámicas internas de la Tierra, como los movimientos de su núcleo y manto, además de los cambios en la superficie, especialmente debido al deshielo de los glaciares.

¿Cuánto tiempo nos queda?

Este proceso ha sido una constante a lo largo de la historia de nuestro planeta. Las evidencias geológicas indican que hace unos 600 millones de años, el día ya duraba 19,5 horas. Esto resalta cómo, desde la formación de la Luna, la Tierra ha estado en un eterno frenazo.

La sorprendente predicción de 25 horas en el futuro

Recientemente, un estudio de la Universidad Técnica de Múnich ha revelado proyecciones asombrosas: ¡nuestro planeta podría tener días de 25 horas! Sin embargo, no te emociones demasiado, porque estos días más largos no llegarán hasta dentro de 200 millones de años.

Un cambio de tal magnitud, aunque parezca lejano, modificaría radicalmente nuestra forma de vida. Tendríamos que reajustar nuestros calendarios y sistemas de medida del tiempo, desde los husos horarios hasta la organización de nuestras jornadas laborales. ¡Imagina lo necesario que sería rediseñar todo nuestro concepto del tiempo!